Todos ellos viajaron a Kosov@ en 1999: soldados suizos en misión de paz, refugiados de guerra repatriados y vacas suizas.

Para el primer grupo el viaje fue una aventura, una posibilidad para aprender algo nuevo. Lo miraban como algo diferente; para algunos fue solamente un trabajo, para otros, una oportunidad para ayudar.

Ellos eran los suizos de las tropas internacionales.

Para el segundo grupo, el viaje de retorno a su devastado país fue el viaje a un futuro inseguro. Ellos no sabían si podrían reconstruir sus casas antes de la primera nevada y tenían aún familiares desaparecidos que esperaban lograr encontrar en algún otro lugar que no fueran las fosas comunes.

Ellos eran los refugiados que retornaban.

Al tercer grupo nadie les preguntó si querían viajar pero fueron recibidas con mucho entusiasmo. Ellas eran las vacas suizas.

Marianne Pletscher viajó con los tres grupos y compartió sus experiencias.

Esto le permitió construir una imagen diferente de una región que no pudo acostarse a descansar cuando terminó la guerra. Es por ello que el documental es todavía interesante y revelador más de diez años después.